La última palabra

Leo el titular de este post y sin querer, creo reflejar no solo el doble significado de esta frase. El esperado resultado que nos deparan las urnas el próximo domingo y una leve depresión, que con gotas de esperanza, pasan por mi garganta.

¿Después del domingo qué?

Temo no tener una respuesta exacta, pero si una ligera y sustentada corazonada, atizada –admito- con cierta dosis de maquiavelismo político que a esta altura nadie puede negar que su factibilidad.

Si gana Ollanta Humala, una oposición mediática compuesta por la gran mayoría de los medios de comunicación en cofradía con el ultraconservadurismo y el ala indecente del aprismo de Alan García, no se dará tregua en su afán de demostrarle al país “el suicidio” cometido por los peruanos al elegir a Humala como mandatario.

A la vez, no tengo dudas que el sector radical de la izquierda que alberga la confluencia del actual humalismo, intentará imponerse sobre el ala caviar y más progresista de la coalición, dejándole a la dupla Humala-Nadine el gran reto de definir el rumbo del dificilísimo primer año de su gobierno.

Si lo segundo falla, fácilmente  en el corto plazo, podríamos tener una revolución pro-democracia que revoque por la fuerza a Humala (como ocurrió hasta en 5 oportunidades en Ecuador y ocurrió en el Perú con Alberto Fujimori) que incluso puede convertir a los Fujimori en los nuevos líderes de la lucha por defender la democracia.

El comandante sabe entonces que para que esto no ocurra tendrá que gobernar desde el día 1 con una palabra: Concertación.

¿Y si gana Keiko Fujimori?

Un ambiente hostil emanado por la mitad del país la recibirá. Probablemente afronte los primeros meses de protestas y actos de violencia en su contra, pero con la mayor parte de la prensa a su favor, las fuerzas del orden, el empresariado y la clase mayoritaria del país que no gusta de la violencia, podrá tomar el control político, social y psicosocial con la fuerza sin mayores problemas.

Sin embargo, así como Humala, deberá tener que decidir si gobierna o no con el ala radical del fujimontesinismo o si hace realidad su promesa de gobernar con los técnicos que en esta segunda vuelta no hemos podido reconocer con exactitud quiénes son.

Después de eso. De lo que no tengo menor duda es que no indultará a su padre pues eso significaría técnicamente aceptar su culpabilidad (un indulto no proclama inocencia sino solo el perdón a una condena). Lo que hará es justo lo que su padre y el entorno que ahora la rodea sabe muy bien hacer. Maniobrar en el Poder Judicial para la salida rápida de Alberto Fujimori de prisión de la forma más “limpia”: exculpándolo de los delitos por los cuales fue sentenciado.

A diferencia de Humala; Keiko Fujimori no necesitará concertar. Debería, pero en esencia no lo necesita. En esta segunda vuelta no ha necesitado dar ninguna señal ni cambiar nada de su plataforma para hacer que PPK, Castañeda, Mercedes Araoz, el alanismo y otros personajes políticos así como la mayoría de los medios de comunicación se alineen bajo el interés de mantener el famoso “modelo económico”.

Tendrá oposición. Claro que lo tendrá, pero el humalismo sin gobierno no es mayor peligro y no será más una coalición democrática. Será un partido con sólida base extremista y con rabo de paja a la que fácilmente se le podrá vencer en el congreso y con el ajusticiamiento mediático que harán con varios de sus líderes.

Algunos argumentarán que Humala, para asegurar su gobierno, generará populismo, cambiará la constitución y militarizará el país para asegurar su reelección. Podría hacerlo. Pero tengo la certeza que quienes hoy prestan su voto a Humala lo hacen con una actitud mucho más vigilante, recelosa y dispuesta a quitarle el mandato, de  aquellos que festiva y abiertamente han decidido apoyar a Keiko Fujimori en la segundo vuelta.

Tengo la certeza, además, que es extremadamente difícil que Ollanta intente convertir su gobierno democrático en una dictadura civil como la de Hugo Chavez. La razón principal es que ya la hemos tenido con Alberto Fujimori y ya sabemos cómo acaba. Con el líder y la mayoría de sus secuaces en la cárcel. Si gana Humala, el país le habrá dado incluso un mensaje mucho más contundente. Le dirá: “Ojo! por más populista que seas, un dictador, es un dictador y jamás su régimen es olvidado por el país y su gente. Por eso no elegimos a Keiko, queda claro?”

Todo lo contrario. Si Ollanta Humala pierde ahora frente a Keiko Fujimori, sabrá muy bien que en el Perú, aunque robes, mates, violes y destruyas instituciones y valores, siempre habrá oportunidad para que alguien “limpie” el honor en tu nombre, y gobiernes otra vez.

Hora de decisiones

No confío en Keiko Fujimori y por lo hecho en la primera y segunda vuelta, tengo la certeza que no gobernará, sino lo harán aquellos voceros y líderes de su partido que han demostrado no tener el más mínimo arrepentimiento por habernos robado 6  mil millones de dólares, haber dejado el país aislado del sistema financiero internacional, haber asesinado a más personas que el mismo Al-Qaeda, haber esterilizado sin su consentimiento a mujeres humildes de la sierra peruana, haber actuado con el mismo ensañamiento que Sendero Luminoso, y haber dejado el nivel de la educación peruana con el doble de índice de analfabetismo que con el que empezó el gobierno que ellos formaron.

Si Keiko Fujimori dice que era muy joven para darse cuenta. Yo soy de su generación, también estudié en Boston y también pude ver de cerca las atrocidades del régimen donde ella fue Primera Dama. Aun así, hoy a sus 36 años, sigue diciendo que lo sucedido en los 90`s solo fueron excesos.

No confío en Ollanta Humala por su entorno radical, ni por la poca contundencia de su nuevo discurso pro-democracia. No creo que él esté aun convencido de que al modelo económico no hay que cambiarlo, sino mejorarlo. Pero tengo la esperanza que gobierne con los economistas y técnicos que lo han rodeado en segunda vuelta y la esperanza que su temeraria visión militarista del país haya cambiado. Si nos equivocamos, estoy seguro que nos traeremos abajo su régimen y lo llevaremos a derecho al igual que a Alberto Fujimori. Pose o no, en esta segunda vuelta, él ha dado mayores muestras de un actitud al cambio que lo que ha hecho Keiko. No tengo la seguridad que lo vaya hacer bien, pero tengo la certeza que para gobernar solo tiene la opción de concertar.

Así las cosas, el Perú tiene 2 opciones: Votar por Ollanta Humala o votar viciado, derecho sobre el cual escribí una sustentada apología en una anterior publicación, como protesta al  triste legado que le dejan a nuestra población la clase política que hoy, en su mayoría, posa sin vacilaciones junto a la familia Fujimori. Votar por Keiko Fujimori, para mí, no es una opción.

Hace unas semanas escribí que por primera vez estaba de acuerdo con mis padres en política. Temo que ya no. Pero lo respeto con la esperanza de que si gana Fujimori, yo esté equivocado.

Termino este post con dos reflexiones que tomo prestadas:

Si Ollanta Humala es el “salto al vacío” y Keiko Fujimori es la “violación” de derechos individuales de las mujeres y hombres del país. Qué prefiere? Aceptar la violación o saltar al vacío? La violación, viene con promesa de no tocar sus bolsillos y el salto al vacío con la promesa de no matarlo.

Por otro lado, Si Keiko Fujimori representa el crimen y la corrupción y Humala es un suicidio, hay suicidios que se hace en defensa propia. Por suerte, todos sabemos bien, que en el fondo, siempre estaremos vivos.

Es una elección de valores económicos contra valores humanos. La última palabra: el 5 de junio.

16 comentarios

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16 Respuestas a “La última palabra

  1. katya cristina vidal vasquez

    para mi modo de ver las cosas ollanta hugo humala chavez representa el suicidio mas grande que al peru se le puede dar por ese motivo dare mi voto a keiko fujimori porque ella me genera menos temor que ese señor y como peruana y mujer que soy me siento asqueada de que la señora nadine si es que se le puede catalogar de esa manera pretenda representarnos como primera dama para mi y para muchas mujeres que comparten mi pensamiento es un insulto y una ofensa a nuestro genero …..eso es todo espero que se respete mi opinion muchas gracias…..

    • henraf

      Pero por supuesto que las opiniones se deben respetar. Creo que justo en el país necesitamos respetarnos más y el permitir la libertad de expresión sin insultos es parte de ello. Respeto tu opinión. No la comparto porque creo que justamente Keiko Fujimori representa la pésima representación de una mujer y una hija. Pero como lo digo en el mismo post, si gana espero equivocarme.

  2. david suarez

    De acuerdo a este artículo, los que votarán por Keiko no tienen dignidad ni valores humanos. Bueno, con opiniones como ésta, no vamos a avanzar mucho. Voto por Puka.

    • henraf

      En este artículo no he mencionado en nungun lado la palabra dignidad. ni he dicho que no tengan valores humanos. Todo lo contrario, hablo de una elección entre los valores económicos y los valores humanos. Si digo que el ciudadano tiene que elegir entre ambos es porque tengo la certeza que todos tenemos ambos valores. En ningún momento digo que lo que votan por Keiko no tienen lo que señalas. Creo que deciden por uno de esos valores, pero no significa que no lo tengan. Soy mucho más respetuoso de las ideas con sustento que de los insultos y burlas. Igual, me parece bien que tengas definido tu voto y tus razones.

  3. Vitt8

    Henry… gracias y felicitaciones. Me ayuda mucho en mi decisión final, o mi última palabra. Precisión… El robo fue por 6 MIL millones de dólares, NO 6 millones. Pero ningun dinero del mundo pueden comprar dignidad, democracia, memoria y fe en el futuro.

  4. henraf

    Y para darle un poco de gracias a este tema y el salto al vacío, les recomiendo este link del gran Heduardo

  5. Saludo tu ánimo de respeto hacia los que se expresan libremente. Esa es una actitud que debido a la polaridad que vivimos, no muchos toleran. De otro lado, le daré mi voto a Keiko Fujimori porque creo que no podemos perder la estabilidad que hemos ganado en el país. No soy partidario de fuerza 2011 de hecho no la elegí en primera vuelta pero creo que representa el mal menor además de que estoy convencido de que no elegir es un acto de cobardía que debemos evitar.

    • henraf

      excelente. Gane quien gané. Lo que menos necesitamos los peruanos es dividirnos defendiendo justamente a quienes nunca fueron nuestra primera opción.

  6. Chino Chang

    Una elección de valores económicos contra valores humanos. Buena pregunta. A ver si puedo contestármela:

    A ambas fuerzas y a sus líderes se les acusa de delitos contra los derechos humanos. Pero, en el caso de un candidato, hay indícios de crímenes realizados por su persona; en el caso de la otra, su partido cometió crímenes como parte de una política de Estado.

    En materia económica podría tenerse dudas de la ecléctica izquierda; pero el bando contrario se comportó como una banda y su modelo económico -particular y desideologizado- se basó en el robo.

    ¿Cuál debemos valorar más? ¿el mercado o las personas? Para mí, es simplemente cuestión de valores. Y aunque crea que le mercado siempre debe estar al servicio de la personas, me reafirmo: valores; los que quisiera que las nuevas generaciones aprendan y ejerzan para que no se premie -ahora y nunca-al que robó, mató y quebró el orden democrático, y que la impunidad propicie que hagan con nosotros lo que quieran. La dignidad no está ajena a estas elecciones.

    De acuerdo con tu posición final. Un abrazo.

    • henraf

      Para precisar, cuando hablo de valores humanos no me refieron a los DDHH. Los valores humanos tienen, a mi parece, aspectos que van más allá del derecho. Tiene que ver con la capacidad innata del ser humano a respetarse, quererse, cuidarse y a saber por instinto humano, hasta donde puede llegar y hasta donde no.

  7. Edith

    Demencia es: hacer lo mismo una, dos, tres veces, y esperar resultados diferentes.
    autor: ALBERT E.
    como que este pensamiento nos cae a pelo, no esperemos que lo malo conocido actue de manera diferente.

  8. Oscar

    … acabo de leer al artículo que menciona al final esta frase: «Es una elección de valores económicos contra valores humanos…». Si reflexionamos sobre ello y recordamos a Pascal, un matemático, y a Jesúscristo, …que djeron magistralmente «¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo si pierde su alma?», entonces es obvio que un cristiano y defensor de los DDHH escogerá la segunda opción LOS VALORES HUMANOS y votar por Ollanta.

  9. Erix Lopez Bazan

    mantengo siempre mi fé y esperanza de que nos merecemos algo mejor y ante esta triste elección corrupción vs «posible» riesgo me inclino por el riesgo. Yo también recuerdo mucho el temor que tenian los estudiantes y trabajadores de protestar porque inmediatamente eramos considerados terroristas. Eso, no quisiera que vivan mis hijos, porque nosotros como padres debemos enseñarles a respetarse y hacer repetar sus derechos, por eso yo también comparto tu opinión.

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