Esta es una generación sobreviviente de la frustración. Una generación que despertó una mañana con Fujimori fugado al Japón, (después de haber jugado a la farsa persecución de su aliado Montesinos) y nos dimos cuenta que nos había dejado un país dividido, sin alma ni espíritu, una juventud inquieta por salir a las calles y gritar su libertad, pero a la vez insegura gracias a la institucionalización de un sistema educativo que multiplico academias e institutos técnicos con la falsa promesa del trabajo rápido. Una generación universitaria que tuvo que luchar consigo misma para comprender al país que nos dejaron. Una generación cuyos padres y amigos – en el mejor de los casos- salieron del país para estudiar y trabajar afuera pues, ser peruano era cargar con una vergonzosa estigma de sangre y corrupción con las que nos identificaban a todos los que hemos pasado años posteriores al decenio fujimorista en el extranjero.
Quienes votan por Fujimori le atribuyen un erróneo triunfo sobre el terrorismo, demostrando su completa carencia de autoestima. Al terrorismo lo derrotamos nosotros. El país. La sociedad en su conjunto. Lo derrotamos ideológicamente los jóvenes en las aulas universitarias que sin ser fujimoristas nos enfrentamos sin temor a su totalitarismo y sangriento accionar. Lo derrotaron los campesinos que prefirieron auto organizarse en rondas campesinas y acabar con sus robos y violaciones. Lo derrotaron las fracciones principistas de las Fuerzas Policiales y Armadas que lucharon contra dos enemigos: los terroristas y la mafia fujimontesinista que mandaban a acallar a quien se cruce en el régimen y delatara sus actos de corrupción del país. Lo derrotó el ciudadano del campo y la ciudad que no se logró convencer ni con las ideas ni las armas de un terrorismo sin futuro. Lo venció el país no Fujimori.
Quienes votan por Fujimori, olvidan todo lo nefasto de su gobierno y se arrinconan en algunas acciones y obras de desarrollo que se hicieron sí, pero con gran despilfarro y robo de las arcas del Estado.
El gobierno de Fujimori fue el imperio de la corrupción. Si su hija recibe el respaldo de usted que lees estas líneas, la generación del 5 de abril, recibirá un claro mensaje. En el Perú, gobierna una sociedad flácida de memoria, autodestructiva y carente de estima. Será el gobierno de la ignorancia más salvaje. Será la partida final y definitiva de muchos que retornaron al Perú y ayudaron al país a lavarse la cara y ponerla en la palestra de las sociedades con economías emergentes. Sería una vergüenza, un escándalo y un suicidio.
Maritza Colmenares Te falto incluir que el fujimorismo fue el régimen que se aprovechó de la pobreza y hambre de miles de peruanos, para que desde entonces se confunda al populismo más barato con presencia real del Estado.
Fujimori y su banda dirigieron al pueblo como lo hacia Laura Bozzo en sus programa. Pan y circo. Me alegra que en el ultimo debate Keiko haya admitido que es Kenya. Felicitaciones Hen
asi es Cesar…. lo que se nos viene puede ser peor…. pero nunca se sabe… nadie pensó tampoco que García iba a terminar un gobierno por lo menos manteniendo el rumbo económico.