Memorias de Alberto Fujimori

Un día como hoy, hace 19 años, Alberto Kenya Fujimori, inició desde el gobierno, la destrucción de la recuperada democracia del Perú, sus instituciones, su educación y sus valores.
Yo soy de la generación del 5 de abril, del famoso y asqueroso estribillo “Disolver” con el que el sentenciado ex dictador arremetió contra aquellos que lo llevaron al poder: la sociedad civil organizada y sus instituciones. Atormentado con esos vomitivos recuerdos, escribo estas líneas dedicadas a aquellos que hoy, 5 de abril del 2011, piensan votar por la hija del condenado Fujimori, como Presidente de la República. Por ellos, siento vergüenza e indignación. Por ellos, siento esa frustración de pertenecer a una nación plagada de hipocresía e ignorancia salvaje. Me hace feliz la ignorancia cuando es el punto de referencia de la sabiduría constante. Pero me avinagra la sangre cuando irrumpe por fanatismo, por insensibilidad y peor aún, por voluntad. Me frustra la gente que vota por Keiko Fujimori porque su ignorancia atraviesa todo esto y más. Las pruebas, recuerdos, memorias, datos, cuentas bancarias, fotos y videos que prueban el absolutismo totalitario de ese decenio están allí y han sido mostradas por todos nosotros quienes ejercimos el periodismo de investigación y nos encontramos día a día con las corruptelas del dictador.
Pero no. Los ahora votantes de Keiko Fujimori, prefieren jugar al carnaval de las sonrisas y darle la espalda a una generación de jóvenes como la nuestra que sufrió a Fujimori, sus periódicos chicha y sus grupos chicheritos que abarrotaron el país con dinero del estado (recuerden que se demostró que el ex vicepresidente Márquez financiaba varios de estos grupos que mantenían entretenida a la población) , su educación universitaria intervenida, su persecución a las ideas, sus balas, sus asesinatos, su mafia de corruptela que se entretejió en todos los niveles de la justicia el Estado y los medios de comunicación.

Esta es una generación sobreviviente de la frustración. Una generación que despertó una mañana con Fujimori fugado al Japón, (después de haber jugado a la farsa persecución de su aliado Montesinos) y nos dimos cuenta que nos había dejado un país dividido, sin alma ni espíritu, una juventud inquieta por salir a las calles y gritar su libertad, pero a la vez insegura gracias a la institucionalización de un sistema educativo que multiplico academias e institutos técnicos con la falsa promesa del trabajo rápido. Una generación universitaria que tuvo que luchar consigo misma para comprender al país que nos dejaron. Una generación cuyos padres y amigos – en el mejor de los casos- salieron del país para estudiar y trabajar afuera pues, ser peruano era cargar con una vergonzosa estigma de sangre y corrupción con las que nos identificaban a todos los que hemos pasado años posteriores al decenio fujimorista en el extranjero.

Quienes votan por Fujimori le atribuyen un erróneo triunfo sobre el terrorismo, demostrando su completa carencia de autoestima. Al terrorismo lo derrotamos nosotros. El país. La sociedad en su conjunto. Lo derrotamos ideológicamente los jóvenes en las aulas universitarias que sin ser fujimoristas nos enfrentamos sin temor a su totalitarismo y sangriento accionar. Lo derrotaron los campesinos que prefirieron auto organizarse en rondas campesinas y acabar con sus robos y violaciones. Lo derrotaron las fracciones principistas de las Fuerzas Policiales y Armadas que lucharon contra dos enemigos: los terroristas y la mafia fujimontesinista que mandaban a acallar a quien se cruce en el régimen y delatara sus actos de corrupción del país. Lo derrotó el ciudadano del campo y la ciudad que no se logró convencer ni con las ideas ni las armas de un terrorismo sin futuro. Lo venció el país no Fujimori.

Quienes votan por Fujimori, olvidan todo lo nefasto de su gobierno y se arrinconan en algunas acciones y obras de desarrollo que se hicieron sí, pero con gran despilfarro y robo de las arcas del Estado.

El gobierno de Fujimori fue el imperio de la corrupción. Si su hija recibe el respaldo de usted que lees estas líneas, la generación del 5 de abril, recibirá un claro mensaje. En el Perú, gobierna una sociedad flácida de memoria, autodestructiva y carente de estima. Será el gobierno de la ignorancia más salvaje. Será la partida final y definitiva de muchos que retornaron al Perú y ayudaron al país a lavarse la cara y ponerla en la palestra de las sociedades con economías emergentes. Sería una vergüenza, un escándalo y un suicidio.

HenЯαf ®

3 comentarios

Archivado bajo Uncategorized

3 Respuestas a “Memorias de Alberto Fujimori

  1. Maritza

    Maritza Colmenares Te falto incluir que el fujimorismo fue el régimen que se aprovechó de la pobreza y hambre de miles de peruanos, para que desde entonces se confunda al populismo más barato con presencia real del Estado.

  2. Fujimori y su banda dirigieron al pueblo como lo hacia Laura Bozzo en sus programa. Pan y circo. Me alegra que en el ultimo debate Keiko haya admitido que es Kenya. Felicitaciones Hen

  3. henraf

    asi es Cesar…. lo que se nos viene puede ser peor…. pero nunca se sabe… nadie pensó tampoco que García iba a terminar un gobierno por lo menos manteniendo el rumbo económico.

Deja un comentario